La legionella es una bacteria que habita en ambientes de agua dulce naturales como los ríos y los lagos. El problema surge cuando la legionella en el agua acaba multiplicándose y propagándose en los sistemas de abastecimiento de los edificios.
Podemos encontrar la legionella en lugares como los grifos lavamanos, los cabezales de la ducha, las torres de enfriamiento, fuentes, bañeras de hidromasaje, jacuzzis públicos, sistemas de riego, túneles de lavado para coches, calentadores de agua o sistemas de tuberías, entre otros.
¿Cómo se transmite la legionella?
La legionella se transmite por inhalación a través del agua, una vez que estas crecen y se reproducen. Al abrir un grifo por ejemplo, el agua puede disiparse en pequeñas gotas que podemos inhalar al respirar. Cuando estas gotas entran en contacto con el pulmón es cuando la persona se infecta, contrayendo la enfermedad del legionario, que es como se le conoce popularmente.
Los síntomas suelen ser fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, dolor muscular, e incluso, puede llegar a desencadenar una neumonía. Por ello, es importante tratar las instalaciones con la mínima sospecha y ver si se trata de una plaga de legionella.
¿Puedo contagiarme de legionella al beber agua?
Al contrario de lo que piensan algunos, la legionella no se contagia al beber agua o ingerir alimentos. Sino que el cuadro de neumonía de la legionella se produce cuando esta bacteria llega a los pulmones al respirar. Es decir, que la inhalemos en forma de aerosoles.
Por otro lado, la mayoría de las personas sanas no suelen enfermarse. Pero es muy común ver brotes de legionella en individuos de edad avanzada, fumadores, con enfermedades crónicas, cáncer, o en definitiva, con una salud delicada.
¿Cómo detectar la legionella en el agua?
La única forma de detectar la legionella en el agua es cogiendo una muestra y realizando un cultivo de la bacteria en el laboratorio. De hecho, muchas empresas están obligadas por ley a llevar a cabo análisis de legionella en el agua de forma periódica para evitar la aparición de esta bacteria y su contagio a las personas.
En Traconsa contamos con una larga experiencia en la prevención y el control de la legionella en todo tipo de instalaciones de agua. Ofrecemos nuestros servicios a comunidades, hospitales, hoteles, centros deportivos, spas, industrias, y cualquier edificación que necesite tener un control de la legionella en el agua.
¿A qué temperatura muere la legionella?
Primero de todo, la temperatura óptima del agua para que esta bacteria se desarrolle y se multiplique es de 35º a 37º. También precisa de unas condiciones para su reproducción, como el estancamiento del agua o la presencia de algas, bacterias, lodo o amebas, que favorecen su desarrollo.
La legionella a partir de 45º deja de reproducirse, y cuando el agua alcanza temperaturas superiores a los 60º, acaba muriendo.
No obstante, la mejor forma de controlar y prevenir una plaga de legionella en el agua es la siguiente: realizar un registro frecuente del estado de las instalaciones de aire y agua; llevar un control y hacer cultivos de bacterias de forma periódica; establecer una rutina de limpieza y desinfección; y renovar los equipos que precisen de tratamiento.
Además, toda empresa que cuente con unas instalaciones interiores de agua caliente sanitaria y agua fría de consumo humano deberá cumplir con normativa del reglamento RD 487/2022: “Este real decreto tiene como objeto la protección de la salud de la población a través de la prevención y control de la legionelosis mediante la adopción de medidas sanitarias en aquellas instalaciones que utilicen agua en las que Legionella es capaz de proliferar, y diseminarse a través de aerosoles y la exposición de las personas a los mismos”.
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