Las prácticas llevadas a cabo durante la manipulación de alimentos son claves para conservar los alimentos en buenas condiciones y garantizar la seguridad alimentaria. Pero, ¿sabes qué es la manipulación de alimentos exactamente? Sigue leyendo para descubrir todo acerca de esta actividad tan interesante y necesaria.
Definición de manipulación de alimentos
La manipulación de alimentos es el contacto directo de una persona con los alimentos en la fase de preparación, transformación, fabricación, envasado, almacenamiento, transporte o distribución. En esta labor es muy importante el cuidado y el buen manejo de la comida para prevenir toxiinfecciones alimentarias entre los consumidores.
A la persona que realiza esta actividad se le llama manipulador de alimentos. Este profesional debe llevar a cabo ciertas prácticas y métodos necesarios para mantener la salubridad de los alimentos. Entre ellas vigilar la fecha de caducidad de los productos, retirando aquellos que se encuentren caducados, o controlar la limpieza de los sitios donde se almacenan. Pero hay muchos más detalles a tener en cuenta.
¿Cuáles son las principales enfermedades que se transmiten con una incorrecta manipulación?
Estas son las bacterias más comunes derivadas de una mala higiene de los alimentos o una mala conservación o almacenamiento, que provocan enfermedades en el ser humano: la salmonella, el Escherichia coli o la infección por Listeria.
Existen muchas más bacterias que se transmiten a través de la comida, pero estas son las más habituales y las que comportan niveles de propagación más elevados. No obstante, también podemos infectarnos de ciertos virus o parásitos con la ingesta.
Normas generales para la manipulación de alimentos
Como hemos dicho al comienzo de este artículo, las prácticas llevadas a cabo a la hora de manipular un alimento son de vital importancia para garantizar la inocuidad de éste. Algunas de las buenas prácticas que debe seguir un manipulador de alimentos son las siguientes:
- Lavarse las manos antes de manipular cualquier producto y cada vez que se manipule un alimento distinto, para evitar la contaminación cruzada. Sobre todo cuando se trata de alimentos crudos como puede ser la carne, el pescado o el marisco.
- Mantener una correcta higiene de todas las herramientas, tablas de corte, maquinaria o superficies que se usen.
- Equiparse con las herramientas de protección necesarias como guantes, mascarillas, gorros para sujetar el cabello, batas o delantales.
- Limpiar y desinfectar todas las instalaciones antes y después de la jornada laboral.
Requisitos del manipulador de alimentos
La persona que ejerza de manipulador de alimentos debe contar con un carnet oficial, y por supuesto, conocer todas las normas de higiene para aplicarlas correctamente a la hora de desempeñar sus tareas. Para ello este profesional deberá hacer un curso elaborado de acuerdo al RD 109/2010 , que será solicitado ante cualquier control sanitario y que será válido en todo el ámbito nacional.
En este curso los profesionales aprenden todo lo necesario para prestar un servicio excelente, como servir y presentar los platos y conocimientos fundamentales para desempeñar su labor en restaurantes, cafeterías, hoteles, cruceros, empresas de cátering e industria alimentaria. En caso de una Inspección en el lugar de trabajo, todo el personal debe estar acreditado con el Certificado o Carnet de Manipulador de Alimentos que se expide tras haber hecho esta formación.
Además, podemos encontrar dos categorías distintas de manipuladores de alimentos:
- Manipuladores de bajo riesgo: Son los que mantienen contacto con productos alimenticios que serán sometidos a un proceso de elaboración posterior antes de que lleguen al consumidor.
- Manipuladores de alto riesgo: Son aquellas personas que intervienen en el proceso de elaboración de alimentos.
Obligaciones de las empresas alimentarias
Las empresas alimentarias que contraten a estos profesionales, tienen la obligación de garantizarles la formación sobre higiene de los alimentos y los equipos de trabajo y materiales necesarios para desempeñar sus funciones.
También es importante que estas empresas lleven a cabo tratamientos de desinsectación y desratizaciones periódicamente, con la finalidad de garantizar unas condiciones de higiene dentro de las instalaciones. Así como ciertas auditorías para reducir riesgos de contaminación y ofrecer productos totalmente seguros al consumidor.
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