La infección por la bacteria Legionella puede presentarse como dos enfermedades diferentes, que se conocen como legionelosis. Por un lado, la infección pulmonar también conocida como enfermedad del legionario, se trata de una neumonía con fiebre muy alta. Por otro lado la fiebre de Pontiac, que se manifiesta con fiebres muy agudas. A continuación te contamos más sobre los síntomas de la legionella, las características de estas dos enfermedades, su diagnóstico, y cuál es su tratamiento.
¿Qué es la legionella y cómo se contagia?
La legionella es una bacteria ambiental que suele vivir en aguas estancadas como piscinas, lagos, ríos o sistemas que precisan de agua para su funcionamiento. Hay factores como las altas temperaturas o la suciedad, que favorecen la multiplicación de la bacteria. Esta bacteria ambiental puede vivir en ambientes cálidos con temperaturas superiores a 35 °C, y también la podemos encontrar presente en sistemas interiores de agua caliente sanitaria y de agua fría de consumo humano, sistemas de aire acondicionado, torres de refrigeración, centros termales y humidificadores, entre otros.
La enfermedad no se transmite entre personas y tampoco por el consumo de agua, sino que la transmisión se produce a través del aire, mediante la inhalación de aerosoles (pequeñas gotitas de agua) que pueden llevar la bacteria, penetrando en las vías respiratorias. Aunque cualquiera puede contagiarse, afecta sobre todo a las personas de avanzada edad o aquellas con un sistema inmunológico débil. También supone un mayor riesgo para personas fumadoras.
Es por esto, que es fundamental realizar controles periódicos de legionella en el agua, para evitar la aparición de esta bacteria y su contagio a las personas. De hecho, toda empresa que cuente con unas instalaciones interiores de agua caliente sanitaria y agua fría de consumo humano deberá cumplir con normativa del reglamento RD 487/2022.
En Traconsa contamos con una larga experiencia en la prevención y el control de la legionella en todo tipo de instalaciones de agua. Ofrecemos nuestros servicios a comunidades, hospitales, hoteles, centros deportivos, spas, industrias, y cualquier edificación que necesite tener un control de la legionella en el agua.
Síntomas enfermedad del legionario
Los síntomas de la Legionella son muy similares a los de la gripe. Estos síntomas hacen que a veces sea complicado descubrir que se trata de Legionella.
Por un lado, la enfermedad del legionario es similar a otros tipos de neumonía y presenta los siguientes síntomas:
- Tos y expectoración (expulsión de moco o líquidos desde el tracto respiratorio por medio de la tos)
- Fiebre
- Pérdida de apetito
- Malestar general
- Dificultad para respirar: sensación de falta de aire
- Dolor muscular
Los síntomas generalmente aparecen entre 2 y 14 días después de la exposición a las bacterias, y la enfermedad del legionario tiene un periodo de incubación de dos a 10 días.
Diagnóstico y tratamiento de la enfermedad del legionario
Para diagnosticar la enfermedad del legionario, los médicos suelen realizar dos pruebas para determinar si la neumonía del paciente ha sido causada por la bacteria Legionella. Se realiza o bien un análisis de orina, o bien una prueba de laboratorio para la cual se debe tomar una muestra de esputo (escupo o expulsión de moco).
La enfermedad del legionario se trata mediante antibióticos. Su tratamiento suele ser eficaz, normalmente las personas sanas que contraen la enfermedad del legionario mejoran, pero a menudo necesitan ser atendidas en el hospital.
Síntomas fiebre de Pontiac
La fiebre de Pontiac es más leve que la enfermedad del legionario, y presenta síntomas parecidos a los de la gripe. Sus síntomas son principalmente:
- Fiebre
- Escalofríos
- Dolor de cabeza
- Dolores musculares
Estos síntomas suelen manifestarse desde pocas horas a 3 días después de la exposición a las bacterias y suelen durar entre dos y cinco días.
Diagnóstico y tratamiento de la Fiebre de Pontiac
En este caso, los médicos suelen ordenar un análisis de orina o de sangre para determinar si una persona tiene la fiebre de Pontiac. En el caso de que el resultado sea negativo, se realiza la otra prueba debido a la posibilidad de que se trate de un falso negativo.
Los médicos diagnostican la fiebre de Pontiac con mayor frecuencia cuando hay otros casos conocidos de infección por Legionella confirmados previamente mediante pruebas de laboratorio, ya que podrían haber estado expuestos a las bacterias Legionella al mismo tiempo o en el mismo lugar que los otros pacientes ya diagnosticados. La Fiebre de Pontiac no requiere de ningún tratamiento.
¿Quieres más información sobre cómo prevenir y controlar la legionella para evitar su contagio? La prevención es la clave para evitar la aparición de todo tipo de microorganismos nocivos para la salud de las personas, y conocer los síntomas de la legionella es esencial para evitar y prevenir su contagio. Contáctanos y nuestros profesionales expertos en el control de legionella, te atenderán personalmente.
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