Las plagas agrícolas son temidas por todos los agricultores, ya que provocan grandes daños materiales y económicos irreparables. Por esta razón es importante disponer de conocimientos sobre los tipos de plagas agrícolas que existen y cómo detectarlas, con la finalidad de poderlas coger a tiempo antes de que lo lamentemos.
¿Qué son las plagas agrícolas?
Son consideradas plagas agrícolas aquellas colonias de animales, plantas o microorganismos que atacan y dañan los cultivos. Cualquier plaga, sea del tipo que sea, prolifera si encuentra las condiciones ideales y el alimento necesario.
Además, las prácticas que se llevan habitualmente en los cultivos para aumentar la productividad, como el empleo de fertilizantes, generan un ambiente propicio para las plagas.
¿Cómo identificar una plaga?
Cuando no existe un monitoreo de los cultivos de forma regular, se acaban detectando los daños antes que las plagas. Suelen detectarse daños en las hojas, los tallos, en las raíces, o bien, se encuentran residuos como melaza, una especie de serrín o excrementos, entre otros.
Cuando cualquier cultivo es atacado por una plaga, la forma de identificarla es observando el estado de la planta. Algunos signos son:
- Plantas que no crecen como deben.
- Hojas deformes o dañadas
- Hojas amarillentas o de un color distinto al propio.
- Hojas marchitas y caídas.
Los daños de las plantas nos proporcionan mucha información acerca de la plaga que está sufriendo. Pero la tipología de plagas es muy extensa, por lo que es preciso tener grandes conocimientos de cada una para identificarlas correctamente. No obstante, acabar con las plagas en plantas es posible.
¿Cuáles son las plagas agrícolas más habituales?
Existen distintos tipos de plagas en la agricultura. Pueden ser insectos, malas hierbas, o hasta virus, bacterias u hongos. Te explicamos cada una de ellas:
Plantas invasoras y malas hierbas
La maleza y las plantas invasoras son uno de los tipos de plagas más frecuentes. Estas pueden causar daños en los cultivos y reducir la productividad y el desempeño. Algunas de las plantas invasoras o malas hierbas más frecuentes son la pamplina y la tupinambo, más conocida como alcachofa de Jerusalén. Estas plantas suelen filtrarse sobre todo en los cultivos de cereales y soja.
Las malas hierbas también pueden potenciar la presencia de insectos que pueden suponer un peligro para los cultivos. También pasa lo mismo con algunos virus o bacterias. El gran problema es que estas plagas se hospedan en la maleza y luego atacan al cultivo.
La mosca blanca, los nematodos o los hongos son las plagas más habituales en las malas hierbas.
Insectos y babosas
Nadie nos libra de la presencia de insectos en terrenos y huertos. En ocasiones subestimamos el daño que estos pueden llegar a causar. El problema de los insectos es que suelen reproducirse a un nivel vertiginoso, siendo un tipo de plaga agrícola muy difícil de controlar. Estas plagas afectan a parte del cultivo, influyen negativamente en el rendimiento de la plantación y reducen significativamente los ingresos.
Los insectos que encontramos más a menudo en cultivos son: saltamontes, pulgones, cochinillas, moscas blancas, babosas, caracoles, hormigas, entre otros.
Virus, bacterias y hongos
Otro tipo de plaga a la que se enfrentan muchos agricultores en España son los virus, bacterias y hongos. Las enfermedades y virus en plantas se extienden con mucha rapidez y son muy complicados de exterminar.
Las enfermedades en las plantaciones pueden deberse a focos infecciosos o no. En el primer caso, suelen ser por bacterias, hongos o virus. En cambio, cuando el foco no es infeccioso, generalmente es debido a toxinas químicas como los plaguicidas y la contaminación del aire.
La detección de microorganismos perjudiciales en las plantas, deberá hacerla una persona con conocimientos. Para ello usará lentes, lupas de aumento o un microscopio que le permita ver estos patógenos y poder identificarlos. Pues no siempre se pueden detectar a simple vista.
Prevención y control de plagas
En la agricultura podemos enfrentarnos a muchos tipos de plagas. Por esta razón, la prevención es muy importante. La prevención siempre será mucho más sencilla que eliminar una plaga en sí. Para ello es importante conocer el clima y la zona, pudiendo así prevenir las plagas más habituales con las que nos podemos encontrar.
Si las medidas preventivas no han sido suficientes o no se han llevado a cabo, lo más habitual será recurrir a la fumigación. Se trata de uno de los métodos más eficaces para acabar con insectos, bacterias o microbios. Son sustancias químicas que se aplican de forma gaseosa.
En Traconsa contamos con un equipo que conoce bien los tipos de plagas agrícolas y el comportamiento de cada una. Si necesitas ayuda para el control de plagas, no dudes en contactarnos. Te ofrecemos tratamientos avanzados para acabar con insectos, malezas, y enfermedades en las plantas con garantía de eficacia.