La oruga procesionaria del pino (Thaumetopoea Pityocampa) es una plaga que afecta a miles de hectáreas de pinos en el territorio español. Representa un gran riesgo para la salud de personas y animales domésticos.
Ciclo biológico: Se trata de un insecto que, en su fase de MARIPOSA adulta, deposita HUEVOS en árboles (julio a agosto, principalmente en pinos). Una vez estos eclosionados, las jóvenes larvas (ORUGAS) van a permanecer sobre el árbol. Están protegidas por una especie de bolsa protectora (“BOLSONES”) muy característicos, alimentándose de las hojas y defoliándolo.
En el interior de los bolsones, las orugas permanecen en los árboles desde su nacimiento (mediados de septiembre). En el momento en que ya maduran, descienden de los árboles afectados (febrero a primeros de marzo) buscando un lugar adecuado para enterrarse y pupar. Pasado unos meses (julio) emergen las mariposas adultas para reproducirse e iniciar un nuevo ciclo biológico (puesta en las acículas de los pinos).
Se trata de una plaga muy extendida y el aumento de las temperaturas en los últimos años ha favorecido su expansión.
Este tipo de plaga cada vez es más común en entornos urbanos. Es en colegios, parques y jardines donde hay árboles como pinos, abetos o cedros en los que suele aparecer esta plaga. Aquí reside el principal problema para la salud de seres humanos y animales.
La oruga procesionaria del pino está recubierta de pelos urticantes que se desprenden fácilmente. Cuando entran en contacto con la piel de adultos, niños y animales causa reacciones alérgicas en la piel y problemas respiratorios. En el caso de ser ingerida por perros puede ser mortal.
Además, no es necesario tocar a la oruga para que cause reacción. Los pelos urticantes flotan en el aire, siendo más fácil que contacten con la piel y generen reacciones dérmicas.
Son los meses entre febrero y marzo cuando las larvas eclosionan y comienzan a descender de los pinos hacia el suelo. Sin embargo, es en otoño el mejor momento para tratar este problema cuando las larvas son más vulnerables.
Métodos para combatir a la oruga procesionaria del pino
Para combatir este tipo de invasión, es fundamental conocer cómo es su ciclo biológico. La forma en la que vamos a tratar a la plaga depende de la fase larvaria en la que se encuentre.
Existen diversos métodos sobre cómo podemos controlar una plaga de procesionaria, la podemos tratar en los distintos estadios larvarios.
El hecho de aplicar medidas entre los meses de octubre y diciembre impide el descenso de las orugas procesionarias hacia el suelo. Este es el momento más peligroso de contacto con las personas y animales.
Por el contrario, pasados estos meses la oruga ya se ha desarrollado lo suficiente para ser resistente a los tratamientos.
Si estamos ante una plaga que baja en procesión del pino, los tratamientos a utilizar se relacionan con trampas de feromonas para captura de machos. De esta forma los machos no fecundan a la hembra y así se altera el ciclo reproductivo.
Por otro lado, colocar barreras físicas a cierta altura del tronco y así interrumpir su descenso.
Un procedimiento clásico de lucha contra la procesionaria, es la eliminación de bolsones. Se utilizan herramientas de corte manual con una pértiga, como por ejemplo sierras y tijeras. Después es muy importante quemar los bolsones en un bidón o sobre superficies preparadas para evitar su esparcimiento.
En el control biológico lo más utilizado son los insecticidas microbiológicos basados en Bacillus thuringiensis var. kurstaki, que para que sean efectivos se deben de aplicar antes de que la oruga logre el 4º estadio.
Existen otros medios para eliminar la plaga de procesionaria, cómo utilizar endoterapia, depredadores naturales. En este caso se utilizan aves insectívoras y murciélagos o insectos como las avispas, hormigas y cigarras.
Es necesario tratar a tiempo este tipo de invasión. Por ello desde Traconsa recomendamos el uso de tratamientos certificados para el control de plagas de procesionaria del pino por parte de expertos.