La bajada de la procesionaria del pino tras el invierno

El cambio climático vuelve a adelantar la bajada de la procesionaria del pino. Si bien es tras el invierno, a partir del mes de marzo, cuando se comenzaban a ver estos insectos haciendo su típica procesión, cada vez es más normal verlas en febrero.

Las orugas procesionarias del pino salen de sus bolsas en función de la climatología. Posiblemente las temperaturas cálidas de estas últimas semanas ha dado lugar a la aceleración de su ciclo biológico y la expansión de este insecto.

Problemas del contacto con la oruga

La oruga procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) es un lepidóptero considerado como el insecto defoliador más peligroso para los pinares de España. Aunque su preferencia son los pinos, también se pueden alimentar de las acículas de los cedros y abetos.

Además de provocar importantes daños en los árboles, pudiendo destruir el 70% de un pinar en menos de 2 años, son muy peligrosas para la salud de las personas y mascotas. La procesionaria está recubierta de unos pelos urticantes que liberan cuando se sienten atacadas.

El principal problema de estos pelos urticantes, llamados tricomas, es que se quedan flotando en el aire, por lo que no hace falta el contacto directo con el insecto para provocar una irritación. Cada oruga tiene alrededor de 500 ‘dardos envenenados’ que, al contacto con la piel de la persona genera reacciones alérgicas debido a la liberación de histamina.

Las consecuencias de un mínimo contacto con el insecto van desde graves reacciones alérgicas, urticarias y dermatitis a irritación de oídos, ojos, nariz o garganta. Este tipo de reacciones alérgicas en las mascotas pueden llegar a ocasionar su muerte.

Los síntomas del contacto del animal con la oruga son inflamación en el hocico, cabeza y picores en las zonas afectadas por el contacto con el pelo urticante. En el caso de que lleguen a comerse la oruga, la ingestión del tóxico del insecto puede ocasionar la muerte del animal.

Eliminar sus nidos en otoño, previene la aparición de las orugas en primavera. Por ello, contar con una empresa de control de plagas es imprescindible a la hora de tratar con plagas de este tipo.

Control y prevención de la procesionaria

Debido a las graves consecuencias que genera una plaga de procesionaria del pino, el control y prevención de esta especie se convierte en un aspecto clave para mantener la seguridad de las personas. Parques y jardines deben llevar un control exhaustivo de todo tipo de plagas pero, si además existen árboles en los que se puede alojar la procesionaria, más aún.

Para el control de plagas de procesionaria existen diversidad de tratamientos. En primer lugar, en otoño mediante la eliminación de los bolsones y nidos o mediante tratamientos de endoterapia para eliminar las larvas.

Por otro lado, las trampas de feromonas para atrapar durante la bajada de la procesionaria a estos insectos en bolsas. El tipo de tratamiento a aplicar depende del momento del ciclo de vida en el que se encuentre la especie.

Por ello la elección de un método y otro dependerá por parte de los expertos en control de plagas que analizarán el ciclo biológico, las condiciones ambientales y el nivel de infestación entre otros. De ahí que sea vital contar con un experto en control de plagas para el desarrollo de este tipo de servicio profesional.

En Traconsa realizamos tratamientos correctivos y preventivos para eliminar plagas de procesionaria del pino. Consúltanos, te asesoramos de forma personalizada. 

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